Las ejecuciones en Arabia Saudí alcanzaron un récord histórico en 2023, según denunció Amnistía Internacional este lunes, mientras crecen las alertas de activistas por el uso creciente de la pena de muerte en casos de drogas no violentos.
El reino ejecutó al menos 345 personas el año pasado, la cifra más alta registrada por Amnistía en más de tres décadas de monitoreo. Solo en los primeros seis meses de 2024, ya han sido ejecutadas 180 personas, lo que sugiere que el récord podría volver a superarse antes de que termine el año.
De acuerdo con el grupo legal Reprieve, alrededor de dos tercios de los ejecutados en lo que va de 2024 fueron condenados por delitos relacionados con drogas, sin que hayan cometido actos de violencia. Amnistía ha reiterado sus preocupaciones sobre esta tendencia, que contradice las promesas oficiales de limitar la pena capital.
Estas cifras entran en conflicto con declaraciones anteriores del príncipe heredero Mohammed bin Salman, quien en 2022 aseguró que la pena de muerte se aplicaba únicamente en casos de homicidio, conforme a las enseñanzas del Corán.
“Nos deshicimos de todo, excepto de una categoría. Está escrita en el Corán, y no podemos hacer nada al respecto, incluso si quisiéramos”, dijo bin Salman en una entrevista con The Atlantic.
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A pesar de esas afirmaciones, el uso de la pena capital en casos de drogas se ha intensificado. Arabia Saudí sigue siendo uno de los países con más ejecuciones del mundo, solo detrás de China e Irán.
Alta proporción de extranjeros ejecutados
Amnistía también denunció la situación de al menos 25 ciudadanos extranjeros que están en el corredor de la muerte o fueron ejecutados recientemente por delitos de drogas. Muchos de ellos, según el informe, no contaban con representación legal adecuada, desconocían el sistema judicial saudí y enfrentaban obstáculos adicionales para acceder a juicios justos.
Según Reprieve, más de la mitad de los ejecutados este año eran extranjeros.
Uno de los casos más dramáticos es el del egipcio Essam Ahmed, quien desapareció en 2021 mientras trabajaba en un barco pesquero en el Sinaí. Su familia fue informada posteriormente de que había sido detenido en Arabia Saudí y condenado a muerte por tráfico de drogas. Según sus allegados, Ahmed fue forzado a transportar un paquete bajo amenaza de arma por el propietario del barco.
“Vivimos con miedo cada mañana. Tememos que lo ejecuten sin avisar. No me dieron la oportunidad de defenderlo”, declaró un familiar, quien pidió anonimato por seguridad.
Una moratoria eliminada sin explicación
En 2021, el régimen saudí anunció una moratoria sobre las ejecuciones por drogas como parte de una reforma judicial liderada por el príncipe heredero. Sin embargo, esta moratoria fue levantada discretamente menos de tres años después, sin justificación oficial.
Las autoridades saudíes no respondieron a las preguntas de la Agencia AP sobre el aumento de ejecuciones ni sobre el uso de la pena de muerte en casos no violentos.
Ejecuciones ocurren mientras se promueven reformas económicas
Las cifras récord de ejecuciones contrastan con los esfuerzos del reino por promover una imagen internacional más moderada a través de su ambiciosa estrategia “Visión 2030”, destinada a diversificar la economía y atraer inversión extranjera. Bajo el liderazgo del rey Salman y Mohammed bin Salman, se han producido aperturas sociales, como permitir que las mujeres conduzcan, al tiempo que se han reprimido activistas de derechos humanos, empresarios y figuras de la realeza bajo acusaciones de corrupción.
Jeed Basyouni, directora para Oriente Medio y el Norte de África de Reprieve, criticó duramente esta contradicción:
“Los miles de millones gastados en reformas cosméticas para mostrar un país más tolerante esconden una realidad autoritaria, donde las ejecuciones diarias por drogas se han convertido en una rutina”.
Basyouni añadió que el príncipe heredero tiene el poder de detener esta práctica:
“Podría otorgar indultos masivos, reescribir las leyes para alinearlas con el derecho internacional. Pero no lo ha hecho”.
AP
Por: Itzel Olivo