El ministro de Comercio de China, Wang Wentao, reconoció este viernes que la economía del país atraviesa “una situación muy grave y compleja”, y adelantó que el régimen implementará nuevas medidas durante el segundo semestre para enfrentar los crecientes desafíos económicos.
Aunque el Producto Interno Bruto (PIB) de China creció un 5,2 % en el segundo trimestre, según datos oficiales divulgados el martes, analistas advierten que el país necesita aplicar estímulos adicionales para evitar una desaceleración en la segunda mitad del año. Entre los factores que afectan el crecimiento se destacan las tensiones comerciales con Estados Unidos, la debilidad del consumo interno y los efectos persistentes de los cambios globales.
“Todavía enfrentamos una situación muy grave y compleja. Los cambios globales son inestables e inciertos. Algunas de nuestras políticas aportarán respuestas nuevas acordes a los tiempos y las circunstancias”, declaró Wentao en una conferencia de prensa.
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Las perturbaciones en el comercio global, generadas por los aranceles estadounidenses, amenazan las exportaciones de China, consideradas fundamentales ante la debilidad persistente del consumo interno.
Consultado sobre la dependencia de las exportaciones, el funcionario explicó que el régimen chino analiza políticas “para estimular más el desarrollo del consumo”.
Wang afirmó que “la economía de China está mejorando y los fundamentos a largo plazo no han cambiado. Las características del mercado de consumo de gran potencial, fuerte resistencia y vitalidad no han cambiado”.
“También estamos promoviendo nuevas formas de consumo”, continuó Wentao. “Por ejemplo, Pop Mart, este tipo de nuevas tendencias, nuevas modas y estilos… el fenómeno Labubu ha arrasado en todo el mundo”, agregó.
Las muñecas Labubu, del fabricante de juguetes Pop Mart, se han convertido en un fenómeno global, impulsando el consumo interno y generando nuevas oportunidades de negocio para el país.
El ministro también, se refirió a las tensiones arancelarias con Estados Unidos y aseguró que este país continuará siendo un socio comercial clave a pesar de “la tempestad”.
Las dos principales economías del mundo impusieron aranceles considerables antes de pactar una tregua temporal en mayo, cuyo desenlace permanece abierto.
Wang indicó que los lazos económicos entre ambos países “hacen imposible la desconexión artificial y la ruptura de las cadenas de suministro”.
Reconoció, sin embargo, que estas disputas “han afectado y perturbado gravemente la cooperación comercial normal entre China y Estados Unidos”.
