Este miércoles se conmemora un mes de la convocatoria a la fiesta amenizada por Rubby Pérez en la antigua discoteca Jet Set que, en la madrugada del día ocho, el horror sorprendió al público con la caída del techo que aplastó a los presentes, dejando un fatal saldo de 233 muertos y 154 heridos.
Lo que debía ser una noche de música y celebración, terminó siendo uno de los peores desastres en la historia de República Dominicana, y el tercero más letal en discotecas a nivel mundial, solo superado por siniestros en China (309 muertos) y Brasil (242).
UN PROCESO SIN RESPONSABLES NI AVANCES CONCRETOS
A pesar del impacto nacional e internacional, no hay personas detenidas ni imputaciones formales.
Cerca de 30 querellas y denuncias han sido presentadas por ante el Ministerio Público contra el empresario Antonio Espaillat, propietario del local, e incluso contra el Estado dominicano.
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Las investigaciones están en manos de la Fiscalía del Distrito Nacional y la Dirección de Persecución de la Procuraduría General, pero no se ha presentado ningún informe oficial ni medidas de coerción.
La Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), encargada de realizar el peritaje estructural, no ha presentado públicamente los resultados de su estudio, pese a haber pasado un mes del colapso.
Tampoco existe una cifra oficial y consensuada sobre el número de asistentes al evento. Mientras Antonio Espaillat menciona 510 personas, otras fuentes como María Elena Núñez (portavoz de RCC Media) cita 457, empleados antiguos informaron al Ministerio Público que eran 300, y las autoridades estiman entre 700 y 800 asistentes.
Desde la madrugada del 8 de abril, el país ha vivido un profundo luto nacional, traducido en homenajes, seis días de duelo decretados por el gobierno y múltiples vigilias.
Sin embargo, la exigencia de justicia ha sido más fuerte que los actos simbólicos.
Las manifestaciones han disminuido en el lugar del colapso, y la presión se ha trasladado a los medios, en una especie de guerra mediática entre los defensores de Espaillat, respaldados por su red de 50 emisoras y los familiares de las víctimas, que claman por respuestas.
ACTIVIDADES CONMEMORATIVAS Y PROTESTAS POR JUSTICIA
Para mañana, jueves, se celebrará una eucaristía en el lugar del desastre, oficiada por el padre Rogelio Cruz, a las 10:00 de la mañana.
Luego, familiares y sobrevivientes marcharán hacia la Procuraduría General de la República, donde realizarán una vigilia con encendido de velas, como expresión del duelo colectivo y del reclamo ciudadano ante una justicia que sigue ausente.