Hablar de un derbi entre compañías tecnológicas especializadas en recursos humanos y todo lo que revolotea alrededor tal vez parezca precipitado cuando se desvela el nombre de los competidores. Por un lado, Factorial; en el otro extremo, Sesame HR. La primera es uno de los pocos unicornios existentes en España. Opera desde Barcelona, fue lanzada en 2016 y ha levantado desde su fundación casi 400 millones de euros. El rival es valenciano, existe desde 2015 y se ha movido en los mercados de capital riesgo con un perfil muy discreto, tanto, que su captación total de fondos asciende a 33 millones. Ambas firmas disponen de un SaaS (software as a service) B2B destinado a hacerle la vida más sencilla a empresas y trabajadores incorporando un fuerte componente innovador.
Mientras conversa, Albert Soriano, CEO de Sesame HR, transmite una pasión infrecuente. No es que el mundo del emprendimiento digital carezca de figuras románticas y audaces, pero sí suele ocurrir que la efervescencia de un proyecto se diluye conforme la organización crece y las obligaciones se multiplican. Soriano mantiene la mayoría del capital de la scaleup y actúa bajo una premisa: abarcar cada pequeño detalle de la autopista que conecta a empleado y empleador eliminando fricciones con un sistema automatizado que no devora el aspecto humano de la relación.
"Empezamos con un sistema de control de horarios y vacaciones y Factorial con la gestión de las nóminas. Ellos se han centrado mucho en levantar rondas para construir el producto y nosotros somos producto desde el principio. Las rondas nos ayudan a darlo a conocer", explica Soriano. Los números oficiales son estos: unos ingresos anuales recurrentes de 15,5 millones que permitirán cerrar 2025 con una facturación cercana a los 25; 11.000 clientes en 30 países y medio millón de usuarios. Los mercados más importantes son España, México, Portugal, Brasil e Italia. Este mismo ejercicio el SaaS se comercializará también en Alemania y Francia. El software puede contratarse desde cinco euros al mes por trabajador.
Si este CEO actúa más bien como un CPO, el otro componente definitorio de su filosofía es la sencillez, como si Sesame fuese una interfaz diseñada directamente por Apple. "Odiaba la burocracia en las empresas. Tener que decirle al departamento de nóminas que necesitas un adelanto y para qué lo quieres. Nuestro SaaS se crea para simplificar muchos procesos, es una especie de suite con funcionalidades como la retribución flexible, la evaluación del desempeño, herramientas de comunicación interna y un fortísimo ingrediente de IA capaz de redactar ofertas de empleo y documentos o de analizar la idoneidad de un candidato".
En 2021, la scaleup recibió una oferta de compra del principal fondo inversor en aquel momento. Soriano descartó ceder las riendas. "Mi obsesión es mantener y ganar clientes. El espacio en torno a la gestión de las personas era entonces muy grande y lo sigue siendo. En España somos los líderes del mercado y nuestra situación financiera es muy sólida. Tenemos dinero para un runway infinito [periodo de meses durante el cual una empresa puede operar sin agotar sus fondos], aunque es posible que en un año y medio anunciemos novedades. Incluso levantando una ronda serie C, mantendríamos el control de la compañía. Ese dato permite entender lo libres que somos".
Cuando el abanico de servicios se amplía y amplía, cuando la diversificación se convierte en parte innegociable de la estrategia de crecimiento, cabe el riesgo de perder el foco. Nunca se sabrá del todo hasta que punto otra valenciana, Jeff, era buena en lo suyo (las lavanderías), pero el principio del fin se aceleró al atacar otros nichos. "Si abandonas tu categoría es más fácil que te equivoques. Nuestra especialidad siempre será la relación entre las personas y sus empresas para que entre ambas haya una fluidez mágica".
Sesame HR presta servicio a compañías de diversos verticales: industria, transporte y logística, retail, hostelería y aquellas con ADN tecnológico. Entre las soluciones ofrecidas, descuellan los chatbots propulsados por IA, capaces por ejemplo de reinterpretar una evaluación del desempeño y decirle al profesional dónde debe mejorar para lograr una promoción. También destaca Boost, otro milagro del algoritmo donde se rastrean todos los departamentos, áreas y trabajadores para averiguar "quién está bien y quién está mal", de modo que el manager visite con conocimiento de causa a esos individuos descontentos y les plantee remedios y alternativas. "Así sabes nombre y apellidos del profesional que está quemado y es más fácil reducir drásticamente la rotación en plantilla", asegura Soriano.
Donde dije digo
Si el fichaje es la guinda del pastel, la entrevista suele ser la vía de acceso. Lo allí contestado cae en el olvido una vez alguien se incorpora a la empresa, pero la herramienta de reclutamiento de Sesame conserva el histórico de respuestas, las habilidades del aspirante, su personalidad y las expectativas salariales. El manager -y no sólo el reclutador- accede a la información como si abriese un código civil.
Una línea novedosa, enmarcada en las funcionalidades de business intelligence, permitirá comparar la productividad de los empleados cuando trabajan en remoto versus cuando están en la oficina. "Si la diferencia es obvia, la conversación entre la plantilla y los gestores de recursos humanos será mucho más profunda". Incluso existe en Sesame un panel específico para que el CEO tenga acceso a la analítica de negocio y pueda buscar a uno de sus profesionales como lo haría en Google.
Otra forma de entender Sesame es equiparándola a una suerte de Wikipedia en tiempo real y nutrida con las infinitas posibilidades que otorga la IA. Semejante cantidad de datos constituye una ventana con vistas muy nítidas al estado actual del mercado laboral. Soriano se pronuncia así: "Nuestro SaaS se utiliza en tiendas, en fábricas, en oficinas de alto nivel. La rotación es un verdadero problema y las bajas se han disparado. Es fácil obtener una y tampoco ayuda que los sueldos no suban como deberían. Las empresas nos transmiten que hay una desconexión entre el propósito de la compañía y los empleados, que la ven como un mero empleo. Y el remoto ha crecido mucho, pero se está desacelerando.
"Pese a que los beneficios alternativos no compiten con el atractivo que implica obtener un buen salario", continúa el emprendedor valenciano, "es curioso que por ejemplo los integrantes de la generación Z valoren más que les pagues servicios como Netflix o Spotify que una mejora de la nómina. Parece una tontería, pero son detalles que retienen el talento una barbaridad. Lo importante, en cualquier caso, es que la empresa sepa transmitir que le preocupas. Aunque se ofrezcan beneficios, hay que contar el porqué, o la gente no los valora".
