Depets: réquiem por un perro

by LA FUENTE MEDIA GROUP
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<p class="ue-c-article__paragraph">El vínculo entre el humano y la mascota vive un momento de máxima intensidad. En el campo, cuando la necesidad apretaba, los galgos eran herramienta de luctuoso epílogo. No resultaba extraño verlos colgados de un árbol cuando dejaban de servir. Toda la cadena logística respondía al principio utilitario: la gallina ponía huevos (igual que hoy), el gato callejero obtenía un poco de comida a cambio de cazar ratones y el burro ayudaba en la huerta. Hoy, cualquiera que se adentre en las redes sociales y sus infinitos reels comprobará que abundan las monerías, las proezas y, sobre todo, los actos de amor entre el sapiens y sus socios. Se ablandan las personas y cobran fuerza los animales domésticos, trasladados poco a poco al plano emocional hasta convertirse en un miembro más de la familia.<br>Tras la sobredosis de soledad de la pandemia, el fenómeno se acelera. El diario <strong>EL MUNDO</strong> hizo sus cuentas a finales de septiembre de 2024 y arrojó la siguiente diapositiva: el país cuenta con 10,4 millones de mascotas censadas, es decir, con chip identificador. Sólo perros, gatos y hurones han de pasar obligatoriamente por este trámite, bajo pena de multa si se ignora la disposición legal. La otra cuenta sonaba terrorífica: por cada niño español hay seis mascotas. Y las mascotas, de momento, no pagan cotizaciones a la<strong> Seguridad Social, </strong>aunque es probable que al ministerio más creativo, Hacienda, se le ocurra alguna fórmula en el futuro.<br>En cualquier caso, la pujanza también propicia riqueza. Por ejemplo, para la industria veterinaria, que en 2023 facturó más de 2.600 millones. O para el emprendimiento, que encuentra aquí un nicho suficientemente jugoso, tal y como demuestran dos referencias novedosas, la gallega <a href="https://www.elmundo.es/economia/empresas/2024/12/24/67647800fc6c83ee218b4591.html" target="_blank"><strong>Barkibu,</strong></a> especializada en seguros y aparecida en <strong>Actualidad Económica</strong> (22 de diciembre de 2024), o la madrileña <strong>Depets, </strong>fundada por<strong> Pablo Palacio </strong>y <strong>Santiago Bernal</strong> y centrada en los servicios funerarios para mascotas.<br>"Lo bueno de este sector es que el volumen de demanda es muy fácil de prever –explican–. En la última década, el número de mascotas registradas en España se ha multiplicado por dos y probablemente ocurrirá lo mismo en los próximos diez años. Sabiendo que la esperanza media de vida por animal también son diez años, podemos calcular cuánto trabajo tenemos por delante y cómo expandir el negocio".<br>Depets ofrece cremaciones colectivas (unos 65 euros), cremaciones individuales y velatorio junto con un ramillete de productos para recordar al viejo amigo querido, desde huellas de tinta que después los dueños utilizan para tatuarse hasta pequeños relicarios (joyas, colgantes) con las cenizas, moldes de las patas o el morro y urnas. Actualmente dispone de siete crematorios en propiedad, ultima la adquisición de dos más y el pasado curso facturó 1,8 millones de euros. En plantilla suma 31 trabajadores y el 8 de octubre anunció una ronda de inversión de cinco millones liderada por <strong>Transition Capital </strong>y <strong>Actyus Growth Finance. </strong>Con los inversores presentes se negocia una segunda ronda que sobrepasará los dos millones.<br>Además del componente emotivo, existe un problema mucho más pedestre que Depets ayuda a resolver. "Antes había algo más de libertad a la hora de decidir qué hacer con los restos. Tenemos crematorios que llevan operando 20 años, pero se trataba de un servicio muy minoritario. Los animales solían acabar en un vertedero. Hoy, sin embargo, con la normativa de gestión de residuos y la ley de bienestar animal, sólo caben dos opciones: la incineración o el entierro, aunque en este segundo supuesto siempre a través de un profesional habilitado específicamente para ello", detallan.<br>La estrategia de Depets se basa sobre todo en el crecimiento inorgánico, ya que empezar desde cero y esperar a que lleguen las licencias puede dilatar el proceso hasta dos años. Se compran crematorios preexistentes y se homogeneiza el estándar de calidad. La opinión de los emprendedores es contundente en este apartado: como las expectativas de la gente suelen ser muy bajas cuando reclaman este tipo de servicios, la satisfacción al descubrir cómo funciona la empresa suele ser alta. Para cubrir el 80% del territorio nacional, Bernal y Palacio estiman necesarios entre 12 y 14 crematorios, ya que cada unidad cubre un radio de unos 150 kilómetros (u hora y media en coche).<br>Pese a que el cliente B2C está ahí y se interesa cada vez más "por llevar directamente al animal" hasta el crematorio, Depets obtiene el 90% de sus ingresos a través del B2B de las clínicas veterinarias. "Entre el veterinario y los dueños de mascotas se forjan relaciones de muchos años y queremos que el primero tenga la absoluta tranquilidad de recomendarnos en un momento que siempre es delicado para los segundos". Esta es una tarta que también quieren probar grupos de clínicas y residencias de animales, pero Depets subraya la ventaja de "no formar parte de una cadena de valor más grande" y de actuar en exclusiva en este segmento.</p>

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