<p class="ue-c-article__paragraph">Según la <strong>Royal Society </strong>británica, en el próximo medio siglo tendrá lugar una considerable deslocalización de actividades fuera de la Tierra. El espacio exterior, con su temperatura de entre 270 y 455 grados centígrados bajo cero, y con su abundancia de energía solar, puede ser el entorno ideal para colocar los centros de datos que emplea la Inteligencia Artificial (IA), cuyo consumo de energía y problemas de refrigeración condicionan su expansión en la Tierra. El espacio también puede ser clave en investigación biométrica, ya que en 'gravedad cero' se pueden construir moléculas o incluso tejidos artificiales que son imposibles de lograr en nuestra querida Tierra. Esto no parece otro plan de Elon Musk para 'sangrar' accionistas, aunque, si los pronósticos se confirman, el hombre más rico del mundo habrá jugado un papel central en el desarrollo de este nuevo sector de actividad gracias al abaratamiento de los viajes espaciales generado por su empresa SpaceX.</p>
