El dólar estadounidense podría estar dejando atrás su estatus tradicional como activo refugio, y comenzar a comportarse nuevamente como una divisa de riesgo, según un nuevo informe de Goldman Sachs Group Inc. Esta tendencia, de confirmarse, tendría profundas implicaciones para los mercados globales, la gestión del riesgo y la estabilidad financiera.
Aunque la volatilidad del billete verde se ha moderado recientemente, las analistas de Goldman Sachs Karen Reichgott Fishman y Lexi Kanter advierten que existen varios factores que podrían empujar al dólar hacia una dinámica más inestable y especulativa.
Las expertas de Goldman señalan cuatro elementos clave que amenazan con reconfigurar el comportamiento del dólar:
- Incertidumbre política en EE.UU., especialmente en torno a los nuevos aranceles comerciales y la independencia de la Reserva Federal.
- Temores fiscales, con crecientes déficits y deuda pública.
- Un proceso acelerado de diversificación de reservas internacionales lejos de los activos denominados en dólares.
- Desdolarización global y cambios en los patrones del comercio internacional.
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La fuerte caída del dólar en 2025 se ha visto agravada por las amenazas del presidente Donald Trump de imponer gravámenes severos a socios comerciales estratégicos, alimentando la especulación sobre una posible pérdida estructural de su condición de activo seguro. Aunque Goldman Sachs no prevé una ruptura definitiva, advierte que el panorama de corto plazo seguirá siendo altamente volátil.
Correlaciones clave en mínimos históricos
Datos recientes de Bloomberg muestran que la correlación entre el dólar y un índice de volatilidad del G10 ha caído a su nivel más bajo en siete años, lo que indica que el billete verde se comporta menos como refugio y más como fuente de riesgo. Esta es una ruptura significativa con la tendencia de los últimos 15 años, donde esa correlación era firmemente positiva.
“La fortaleza del dólar en momentos de aversión al riesgo ya no es confiable”, escribieron las analistas en la nota del 9 de julio.
Este cambio también cuestiona supuestos tradicionales, como la idea de que los costos de cobertura bajan cuando el dólar se debilita, y abre interrogantes sobre la eficacia de las estrategias defensivas basadas en la divisa estadounidense.
Una nueva dinámica de riesgo en EE.UU.
Otro dato preocupante señalado por Goldman es que el dólar ha empezado a caer junto con la renta variable estadounidense, una dinámica poco habitual que ahora se presenta más del doble de veces que en la última década. Según el informe, esto sugiere una pérdida de confianza simultánea en las acciones, los bonos del Tesoro y el propio dólar, un fenómeno que reduce el atractivo de los activos estadounidenses en su conjunto.
“La señal más preocupante es que los tres principales pilares financieros de EE.UU. —acciones, bonos y dólar— estén cayendo al mismo tiempo”, advierten.
Perspectivas negativas a largo plazo
Según Simon White, estratega de Markets Live, la tendencia negativa del dólar obedece a una combinación de menor comercio global, revisión de coberturas cambiarias y procesos de desdolarización en marcha.
“Aunque el dólar ya ha sido fuertemente castigado, es probable que aún veamos un rebote técnico antes de una corrección estructural definitiva. Los mercados rara vez siguen una trayectoria lineal”, sostuvo.
BL
Por: Itzel Olivo