Un memorando recientemente desclasificado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional revela que las agencias de inteligencia estadounidenses no creen que el régimen de Nicolás Maduro controle o dirija a la banda criminal Tren de Aragua. Esta evaluación contradice directamente la afirmación central del presidente Donald Trump, quien usó esa supuesta relación para invocar la Ley de Enemigos Extranjeros.
En marzo, Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros —una ley del siglo XVIII utilizada solo tres veces en la historia del país— para justificar la deportación sumaria de cientos de venezolanos a una prisión en El Salvador. La medida fue ampliamente criticada, especialmente después de revelarse que muchos de los deportados no tenían vínculos con pandillas.
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El FBI discrepó parcialmente, pero no convenció a otras agencias
Aunque el FBI expresó que algunos funcionarios venezolanos podrían haber facilitado el ingreso de miembros del Tren de Aragua a EE. UU., otras agencias como la CIA y la NSA rechazaron esta tesis por falta de credibilidad.
El memorando indica que no se encontraron pruebas claras de comunicación o financiamiento entre el régimen de Maduro y la banda.
La respuesta judicial y mediática
Los tribunales han bloqueado nuevas deportaciones bajo la Ley de Enemigos Extranjeros. Paralelamente, el Departamento de Justicia abrió una investigación por filtraciones tras reportajes del New York Times y Washington Post que adelantaron las conclusiones del memorando. Sin embargo, la reciente desclasificación refuerza esas publicaciones, debilitando la base legal de posibles cargos por espionaje o divulgación indebida.
¿Represalias contra la prensa?
Pam Bondi, fiscal general, anunció que buscaría limitar las protecciones a la prensa en casos de filtración, citando estos reportajes como “perjudiciales”. Pero expertos señalan que la información debió ser pública desde el principio y que su ocultamiento fue injustificado.
Con información de New York Times.
Por: Yari Araujo