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<p>El consumo de alcohol pierde protagonismo en la vida de los jóvenes en España. La <strong>generación Z</strong> -los nacidos entre 1997 y 2012- se relaciona con esta sustancia de forma muy distinta a la de sus padres o abuelos. Así lo confirman diversos estudios recientes, que apuntan a un cambio claro en los hábitos sociales de los más jóvenes. Las razones son variadas y van desde una mayor conciencia sobre la salud y el bienestar, estilos de vida más compatibles con el autocuidado y, también, factores económicos. El encarecimiento del ocio y la pérdida de poder adquisitivo, especialmente entre los menores de 30 años, han llevado a muchos a reducir su consumo de alcohol, tanto por convicción como por necesidad.</p>