Haitianos se las ingenian para ingresar a RD en sacos, víveres y compartimientos de vehículos

by LA FUENTE MEDIA GROUP
0 comments


Por: Itzel Olivo

En República Dominicana, cruzar la frontera desde Haití se ha convertido en una auténtica carrera de obstáculos, que muchos enfrentan con estrategias tan insólitas como arriesgadas.

Las múltiples formas de camuflarse son sorprendentes, al juzgar por los múltiples chequeos, patrullajes militares y los operativos de la Dirección General de Migración.

Los intentos por ingresar de forma irregular continúan; solo basta con observar los casos recientes: personas escondidas en baúles, bajo lonas, entre sacos, o camufladas con hojas de plátano en la parte trasera de un camión.

El caso más reciente ilustra una vez más la creatividad y el riesgo que rodean estos intentos: miembros del Ejército interceptaron un camión en el que se encontraban ocultos seis ciudadanos haitianos indocumentados, escondidos entre una carga de sacos de paja de arroz, en la comunidad de Hatillo Palma, provincia Montecristi. El vehículo, un camión marca Mack, color blanco, placa L234485, fue detenido por los soldados en las inmediaciones de un destacamento militar, durante una inspección de rutina. En su interior, los extranjeros fueron localizados debajo de una lona, acostados sobre la carga.

En Azua, un chofer y su cobrador escondieron a dos indocumentados en un compartimento secreto debajo del piso de una guagua pública, una modalidad que ya es conocida por las autoridades.

Otro caso ocurrió en Dajabón, donde una patana fue interceptada con dos haitianos ocultos debajo del camarote, mientras que en San Juan, trece personas fueron encontradas cubiertas con una lona azul en la cama de un camión de carga.

En Montecristi  también, dos hombres de nacionalidad dominicana fueron detenidos por miembros del Ejército de República cuando transportaban a dos nacionales haitianos indocumentados ocultos en un camión cargado de guineos verdes en el puesto de chequeo militar Botoncillo. Los indocumentados eran transportados de manera oculta, uno en la cabina, acostado en los pies del conductor y otro en la cama del camión, escondido bajo la carga del producto agrícola.

Videos virales muestran cómo una yipeta de cinco pasajeros deja salir a 18 personas, como si se tratara de un carrito de payasos. En Mao, por ejemplo, un camionero fue arrestado por transportar 35 personas ocultas bajo hojas de plátano, entre ellas siete mujeres y dos niños.

También se han reportado grupos que caminan entre matorrales para evadir los chequeos militares, como sucedió con 18 migrantes en Las Matas de Farfán, o quienes arriesgan todo y se lanzan en triciclos modificados con compartimientos secretos bajo lonas, como en Montecristi, donde fueron descubiertos seis ciudadanos haitianos, entre ellos dos menores. Incluso se han incautado camiones de mudanza y minibuses abandonados, dejando atrás a grupos completos.

Son historias que se repiten, cada una con su propia dosis de ingenio y desesperación. Y detrás de cada caso, hay una misma motivación: buscar una oportunidad. Aunque las autoridades dominicanas mantienen operativos constantes, los métodos de cruce parecen no detenerse.

Es la otra cara del drama migratorio, que más allá de las cifras, deja en evidencia hasta dónde puede llegar una persona cuando el hambre, la inseguridad o la necesidad le pisan los talones.

Por: Itzel Olivo



Source link

You may also like

Leave a Comment