El Gobierno israelí ha lanzado un “vigoroso” ataque contra varios puntos estratégicos en Yemen, controlados por los rebeldes hutíes, en lo que ha sido denominado como la operación “Bandera Negra”. La ofensiva tuvo lugar en la madrugada del lunes, según confirmó el ministro de Defensa israelí, Israel Katz.
El ataque israelí se centró en la central eléctrica de Ras Qantib y en los puertos de Al Hudeida, Ras Issa y Al Salif. Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), estos lugares están siendo utilizados por los hutíes para transferir armas a Irán. El ministro Katz afirmó que “cualquiera que intente perjudicar a Israel será perjudicado”, reiterando la postura israelí de no tolerar ataques desde Yemen.
Contexto de la operación
El ataque se produce tras una serie de provocaciones por parte de los hutíes, quienes han lanzado misiles y drones contra Israel, así como ataques a buques en el mar Rojo. El Gobierno israelí sostiene que estos ataques están siendo dirigidos por el régimen iraní, que apoya a los hutíes.
El portavoz militar de los insurgentes hutíes, Yahya Sarea, confirmó los bombardeos israelíes. Esta escalada sigue a la interceptación por parte de Israel de un misil balístico lanzado desde Yemen, así como el ataque a un buque cerca del puerto de Al Hudeida.
Respuesta hutí a la ofensiva israelí
Los hutíes han asegurado que sus ataques continuarán hasta que Israel ponga fin a su ofensiva en Gaza, que ha resultado en la muerte de más de 57.000 personas, según cifras del Ministerio de Sanidad de Gaza. Los rebeldes también han atacado buques en el mar Rojo como parte de su represalia contra Israel.
Repercusiones internacionales
El ataque israelí en Yemen marca una intensificación del conflicto, con implicaciones para la región del Medio Oriente y para las relaciones entre Israel e Irán, que sigue siendo un actor clave en la región. La situación continúa siendo tensa, con las FDI preparadas para nuevas operaciones si los ataques desde Yemen persisten.
Con información de EFE.
Por: Yari Araujo