<p class="ue-c-article__paragraph">Cinco segundos son una eternidad en tiempos eléctricos, donde la materia prima viaja a cientos de miles de kilómetros por segundo. Tantos, que son suficientes para desencadenar un colapso total del sistema eléctrico de un país como España, que presume de tener uno de los más robustos del mundo. Según Red Eléctrica, el lunes del apagón el sistema evolucionaba de forma «estable» en todas sus variables hasta pasadas las 12:30, cuando el operador del sistema sitúa las primeras perturbaciones de frecuencia a las que siguieron dos desconexiones de generación, separadas por 1,5 segundos, que eliminaron súbitamente el 60% de la producción eléctrica que en ese momento alimentaba la red nacional, principalmente solar. Las telemetrías de las 'cajas negras' del sistema que comparten Red Eléctrica y las compañías distribuidoras arrojan otro <i>forensic</i>.</p>