Por Marc Mejía.- Hollywood es una máquina que nunca se detiene. Durante décadas, ha sido el escenario de historias inolvidables, de ídolos inmortales y de carreras que parecían destinadas a no acabar nunca.
Sin embargo, ni el éxito ni las estatuillas doradas pueden garantizar que un actor permanezca siempre en la cima.
Un ejemplo reciente de este fenómeno es Michael Douglas, ganador de dos Óscar y protagonista de películas icónicas como Wall Street, Basic Instinct y Falling Down. A sus 79 años, Douglas declaró que no tiene intención de volver a actuar, aunque evitó utilizar la palabra “retiro”.
Explicó que no ha trabajado desde 2022 “a propósito” porque sintió que necesitaba parar tras casi seis décadas de carrera. Reconoció que, si llegara un proyecto extraordinario, consideraría volver, pero por ahora prefiere el silencio. Sus palabras en el Festival de Karlovy Vary no solo sorprendieron por la franqueza, sino que recordaron que retirarse en Hollywood es una decisión compleja, llena de matices y contradicciones.
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Y es que en esta industria, retirarse nunca es tan sencillo como parece: algunos actores se despiden para siempre, otros regresan tras años de ausencia, algunos son forzados por la enfermedad o el escándalo, y muchos simplemente desaparecen un tiempo para volver cuando nadie lo espera.
Al repasar estos casos, comprobamos que la idea de “dejarlo todo” es, en realidad, tan cambiante como los personajes que interpretaron.
Algunos de los más sonados son:
Sean Connery, el caballero que se retiró en su mejor momento
Pocos actores pueden presumir de haber dejado la industria con tanta dignidad como Sean Connery. Tras un Óscar por Los intocables (1987) y una trayectoria que incluyó a James Bond, Connery se desilusionó con Hollywood después de rodar La liga extraordinaria (2003). Anunció su retiro y jamás volvió. Falleció en 2020 a los 90 años, convertido en una leyenda irrepetible.
Gene Hackman y el fin de una era
Apodado “el chico duro de Hollywood”, Hackman actuó en más de 80 películas y ganó dos Óscar: The French Connection (1971) y Sin perdón (1992). En 2004, confesó en el programa de Larry King que ya no soportaba el estrés de la industria: “Tienes que hacer sacrificios, y llegué a un punto en que ya no quería hacerlos”. Desde entonces, se dedicó a la pintura y la literatura para luego en 2025 morir de una triste manera como ya muchos conocen.
Michael J. Fox, el regreso constante
Diagnosticado con Parkinson a los 29 años, Fox nunca permitió que la enfermedad lo apartara por completo. En 2020, se retiró formalmente tras no poder recordar sus diálogos en The Good Fight, pero aún aparece en documentales y entrevistas. Su libro No Time Like the Future (2020) fue un éxito editorial que consolidó su imagen de resiliencia.
Daniel Day-Lewis: el retiro más elegante… ¿o no?
Con tres Óscar (My Left Foot, There Will Be Blood, Lincoln), Day-Lewis es sinónimo de perfeccionismo. En 2017 anunció que Phantom Thread sería su última película, pero se rumorea que regresará en Anemone, dirigida por su hijo, junto a Sean Bean. Una muestra de que retirarse del todo es casi imposible y más cuando en tus manos está continuar un legado en la sangre de la familia.
Bruce Willis y el adiós obligado
La estrella de Die Hard se vio obligada a abandonar su carrera en 2022 debido a la afasia y la demencia frontotemporal. Willis rodó más de un centenar de películas y ganó un Globo de Oro por Moonlighting. Su retirada despertó solidaridad en toda la industria.
Robert Redford, un retiro con matices
Redford anunció su retiro tras The Old Man & The Gun (2018), coronando una carrera de 60 años y un Óscar honorífico. Sin embargo, realizó algunas apariciones posteriores, demostrando que el retiro para un artista de su talla es relativo.
Brendan Fraser: del ocaso al renacer
Tras protagonizar éxitos como La momia, Fraser desapareció poco a poco debido a problemas de salud y una agresión sufrida en 2003. En 2022 regresó con The Whale, donde ganó el Óscar al Mejor Actor y demostró que las segundas oportunidades existen.
Hugh Grant y el paréntesis inesperado
Encasillado como galán de comedia romántica, Grant atravesó una mala racha en los 2000 y se apartó de Hollywood. Retornó con papeles aplaudidos en Paddington 2 y The Undoing, diversificando su carrera con éxito.
Kevin Spacey: el ocaso por escándalos
Ganador de dos Óscar (The Usual Suspects y American Beauty), Spacey vio su trayectoria hundirse en 2017 tras acusaciones de abuso sexual. Desde entonces, ha sido prácticamente vetado de la industria, con contados proyectos marginales.
Charlie Sheen: del estrellato al abismo mediático
Estrella de Two and a Half Men, Sheen sufrió un derrumbe mediático por su consumo de drogas y su comportamiento errático. Aunque no se retiró oficialmente, perdió el lugar privilegiado que había conquistado.
Alec Baldwin y un presente incierto
En 2021, un disparo accidental durante el rodaje de Rust mató a la directora de fotografía Halyna Hutchins. Desde entonces, Baldwin enfrenta cargos judiciales y un desgaste emocional profundo que pone en duda su futuro en el cine.
Marlon Brando, el genio que se hartó de la fama
Considerado el actor más influyente del siglo XX, Brando ganó dos Óscar (On the Waterfront, The Godfather). Tras años de desencanto, alternó largos retiros con apariciones esporádicas como Apocalypse Now y The Island of Dr. Moreau. Murió en 2004, dejando un legado imposible de igualar.
Naturalmente, este repaso no estaría completo sin mencionar a las actrices que, por distintas razones, eligieron retirarse y convertir su silencio en parte de su leyenda.
Audrey Hepburn, la estrella solidaria
Icono absoluto de los 50 y 60, Hepburn se apartó tras Wait Until Dark (1967) para centrarse en su familia y su labor como embajadora de UNICEF. Falleció en 1993, recordada tanto por su talento como por su compromiso humanitario.
Bridget Fonda, el retiro definitivo
Protagonista de Single White Female y Jackie Brown, se retiró en 2002 tras un accidente y se dedicó a su familia. Nunca regresó a la actuación.
Cameron Diaz, la década de silencio
De reina de la comedia con There’s Something About Mary a un retiro voluntario en 2014, Cameron Diaz se apartó del cine por 10 años. En 2025 volvió con una comedia de acción, recordando que los grandes nunca se van del todo.
Meg Ryan, la reina de las comedias románticas
Figura central de los 90 con When Harry Met Sally y Sleepless in Seattle, Meg Ryan se fue alejando lentamente de la industria. Aunque nunca anunció un retiro formal, apenas apareció en contados proyectos durante años.
Mary-Kate y Ashley Olsen, el adiós prematuro
Después de ser las gemelas más famosas de la televisión, decidieron abandonar la actuación a mediados de los 2000 para dedicarse a la moda. Desde entonces, viven alejadas de los reflectores.
Shirley Temple, la niña que se convirtió en embajadora
La niña prodigio más famosa de los años 30 abandonó Hollywood en 1950, a los 22 años, tras haber protagonizado más de 40 películas. Temple se reinventó como diplomática y activista, siendo embajadora de EE.UU. en Ghana y Checoslovaquia. Murió en 2014, ejemplo de un retiro temprano y definitivo.
Greta Garbo, el misterio eterno
Garbo fue la gran diva del cine mudo y los primeros años del sonoro. En 1941, con apenas 36 años, se retiró completamente tras Two-Faced Woman. Nunca regresó a la pantalla y vivió el resto de su vida en un celoso anonimato que alimentó su leyenda.
Catherine Zeta-Jones, la pausa por salud mental
Ganadora del Óscar por Chicago, Zeta-Jones se tomó varios retiros intermitentes durante la década de 2010 para tratar su trastorno bipolar. Aunque nunca anunció un retiro definitivo, su presencia se redujo notablemente. Con el tiempo, volvió con proyectos selectos.
Renée Zellweger, la reaparición triunfal
Famosa por Bridget Jones’s Diary y ganadora del Óscar por Judy, Zellweger se apartó en 2010 alegando agotamiento emocional y necesidad de privacidad. Tras seis años de silencio, regresó y se consolidó como una actriz respetada y versátil.
Los retiros en Hollywood son tan variados como las historias que estas estrellas protagonizaron. Algunos se marcharon en la cima, como Sean Connery y Audrey Hepburn. Otros fueron obligados por la enfermedad, como Bruce Willis y Michael J. Fox. Algunos más, como Daniel Day-Lewis o Cameron Diaz, demostraron que el retiro absoluto rara vez es definitivo. Entre paréntesis, regresos y despedidas, estas trayectorias nos recuerdan que detrás de la fama hay seres humanos que, a veces, también necesitan apagar el foco y recuperar el silencio.
